Menos es más
“Un hombre es rico en proporción a las cosas que puede desechar.”
Henry David Thoreau
La sociedad en la que vivimos está llena de prejuicios, y nosotros como seres humanos, aprendemos por imitación, por lo que hacemos que los prejuicios sean fácilmente imitables, sobre todo ahora que existen los medios de comunicación masivos. La gente se forma de opiniones más generalizadas sobre la vida y termina creyendo que son realidades que no se pueden cambiar.
Uno de esos mitos en la sociedad es el esfuerzo humano para conseguir las cosas…
Cuando vemos el éxito en otras personas, de inmediato pensamos que existió un factor externo que les ayudó a conseguir lo que querían. Pensamos que tenían el dinero, los contactos, la familia o incluso la ubicación geográfica adecuada para llegar a ser lo que son. Muchas veces pensamos que realizaron esfuerzos monumentales para lograr sus objetivos. Sin embargo esto es tan solo un mito. Y para descifrar este mito, usaremos el principio que Richard Koch explicó más a fondo de lo que lo había hecho Pareto, el economista de principios del siglo XX. Se conoce como el principio del 80/20. En palabras de Koch:
El principio del 80/20 sostiene que una minoría de causas, contribuciones o esfuerzo, generalmente conducen a una mayoría de resultados, rendimientos o retribuciones. Es decir, el 80 por ciento de lo que usted logra en su tarea proviene del 20 por ciento invertido, por lo que, hablando prácticamente, cuatro quintas partes del esfuerzo –una parte predominante del mismo- son irrelevantes.
Este principio puede ser aplicable para todo. Haciendo solamente pequeños cambios en nuestra vida, podemos cambiar radicalmente nuestro destino. Al igual que pequeñas acciones como fumar un cigarrillo al día pueden conducirnos al cáncer de pulmón, una pequeña acción como ahorrar un pequeño porcentaje de nuestros ingresos pueden darnos riqueza en el futuro.
El mantra es “más es menos”.
Podemos resolver fácilmente nuestros problemas si nos apegamos a lo esencial y a eliminar todo que está demás.
Por ejemplo, según Koch, podemos eliminar un 80% de los problemas económicos si eliminamos al 20% de los gastos que lo están provocando. De la misma forma seguimos con la lógica, el 80% de nuestros problemas provienen de un mínimo porcentaje. Si eliminamos esa fuente, no necesitamos atender todos nuestros problemas al mismo tiempo.
Koch nos enseña la enorme cantidad de opciones que tenemos para aplicar este principio. Principalmente para quitar lo negativo de nuestra vida y sustituirlo por cosas positivas. Todos necesitamos enfocarnos en las mejores cosas de nuestras vidas y hacer que sea el núcleo de nuestras acciones cotidianas. Existe mucha gente en el mundo que hace cosas que no disfrutan. Para esto, Koch tiene una regla, escribir tres o más cosas que realmente tengan significado para ti. Pueden ser personas, causas, o ideas abstractas. Después desecha todas aquellas cosas que no disfrutes o creas que no tienen importancia. Necesitas dejar de hacer cosas para descubrir que es realmente importante.
También es fundamental entender que esta regla está presente en nuestras vidas aunque no estemos conscientes de ella. Por ejemplo, un estudio hecho por un profesor de Harvard determinó que el 70% de los matrimonios en la ciudad de Filadelfia se formó por personas que estaban alrededor de 20 cuadras cercanas a su casa. Imagen a todas esas personas casándose solamente porqué eran vecinos cercanos. La regla aplica en nuestra contra en este caso.
El principio de Pareto es una demostración de la utilidad que tiene la ciencia para nuestra vida. No solamente para hacer cálculos y estadísticas en las investigaciones de la ciencia social sino que también agrega un valioso razonamiento para nuestras acciones cotidianas. Se trata de multiplicar las cosas significativas, en las que somos buenos y eliminar todas las cosas que nos afectan y no aportan nada valioso a nuestra vida.